Por ejemplo, el contenido, el nivel y el énfasis en la educación sobre el VIH/sida cambiará según el grupo al cual va dirigida la información, sean parejas estables, adolescentes, prostitutas, inmigrantes, personas analfabetas, etc. Para ser efectiva, la educación sanitaria debe responder a las necesidades particulares de la población a la que va dirigida. Una educación sanitaria efectiva depende de las capacidades de los trabajadores sanitarios y de los métodos que utilizan, por lo que la formación de los ASC debe incluir los métodos básicos de educación de adultos. En los países del tercer mundo, por lo general son los agentes de salud comunitarios (ASC) los encargados de la educación sanitaria en la comunidad. La integralidad en el cuidado de la salud debe ser desarrollada en asociación con la enfermería, esta debe desarrollar actividades de educación y sensibilización en colaboración con los profesores. La desnutrición es más evidente en los niños debido a la baja oferta de alimentos o nutrición inadecuada, todos los niveles de desnutrición acarrean daños a la salud incluso las formas más leves de la malnutrición puede limitar el desarrollo físico e intelectual del niño, lo que corrobora el absentismo escolar16.
educación en salud
Esta carta y los documentos creados en tres subsiguientes conferencias están concebidos a partir del “espíritu de Alma-Ata” (ciudad de Kazajstán en se celebró la Asamblea Mundial de la Salud en 1978 en la que se fijaron los principios de la atención primaria de la salud) e introducen nuevos enfoques y estrategias para alcanzar la meta de salud para todos. Para esto, es necesario establecer indicadores de impacto y de cambio conjuntamente con el público a quien va dirigido el programa de educación sanitaria. Los programas de radio que incluyen mensajes sobre salud llegan a millones de personas por todo el mundo reforzando el trabajo de los agentes sanitarios y los maestros. La educación sanitaria debe apoyar y alentar aquellas practicas beneficiosas existentes, y desalentar aquellas que son dañinas. Los ASC pertenecen al mismo tiempo a la comunidad y al sector sanitario, por lo que ponen de manifiesto el principio de la participación comunitaria de la atención primaria de la salud. Por último, este estudio apunta a la necesidad de las producciones científicas que expongan la eficacia de las prácticas de educación en salud desarrolladas para las enfermeras en las escuelas.
- A través de la participación en las escuelas que articulan acciones para el cuidado de la salud, es posible la formación de ciudadanos con pleno conocimiento acerca de los hábitos de vida saludables3.
- Así, la EpS debe impregnar el conjunto de la actividad educativa, hasta convertirse en una línea de actuación preferente en los centros, que tendrán que subrayarla en sus programaciones generales.
- La asunción de normas de conducta, la pertenencia a un grupo, el desarrollo de la psicomotricidad, la expresividad, la no competitividad, la creatividad lo dotan de especial relevancia al hablar de salud mental12,13.
- En este sentido, resulta muy interesante la propuesta que hace del Pozo refiriéndose, no tanto del Educador/a Social en el campo de la salud, sino con un planteamiento mucho más específico como es el correspondiente a una Educación Social para la Salud.
- Los problemas de salud en los que no existe una asociación establecida epidemiológicamente entre la conducta y el problema se intentan resolver con otras acciones del sistema sanitario que resultan más apropiadas que la EpS.
© 2025, Ministerio de educación y formación profesional Eliminar los factores de riesgo que provocan las enfermedades es una medida necesaria para que mantener un buen estado de salud. https://controlaladiabetes.com Su respuesta a actividades de vacunación puede ser mejor que en la población más joven. Todo ello redundará no sólo en beneficio del paciente anciano, sino también de su entorno familiar y social. En muchas ocasiones las enfermedades están ya presentes y quizás más importantes que los objetivos clásicos de disminuir la mortalidad y aumentar la expectativa de vida, son los objetivos de prevenir y retrasar el deterioro funcional, evitar la dependencia y mantener la autonomía y la calidad de vida. Sin embargo, en los ancianos la prevención de enfermedades tiene aspectos especiales.
Los datos del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información nos indican que, si bien un 56,9% de los usuarios de Internet en España busca información sobre salud, solo un 29,9% de estos usuarios la considera fiable. Además, en la Oficina de Farmacia se puede promover hábitos de vida saludables y disminuir así los factores de riesgo de determinadas enfermedades. En nuestro medio perviven creencias entre los médicos, como la falta de fe en la educación sanitaria, la desidia y la falta de motivación, la escasa autoconfianza en las propias habilidades, la maximización de los fracasos del pasado a la vez que la minimización de los éxitos debido, en parte, a la poca inquietud evaluadora e investigadora. El profesional motivado por la educación y la prevención no puede evitar contemplar el marco de su actuación y en no pocos casos este entorno le infunde cierto desánimo. A pesar de la crisis de la profesión médica, que no es momento de abordar aquí, todavía los médicos son percibidos por el público en general como la fuente de información y consejo más fiable y creíble en cuanto a salud2. Las facultades de medicina se han venido dedicando durante décadas a transmitir conocimientos más o menos adecuados a las necesidades sociales, y se han ocupado con mejor o peor fortuna de informar a los futuros médicos sobre las enfermedades, a menudo haciendo hincapié en las más raras antes que en las más frecuentes.
La respuesta y la participación de la población suele ser muy positiva. Los profesionales sanitarios deben ayudar a los ciudadanos a ser capaces de escoger entre las opciones que tengan a su alcance y actuar en consecuencia. Los médicos suelen aludir a la falta de confianza en sus intervenciones educativas, a sus escasas habilidades para este tipo de intervenciones, y, sobre todo, a la falta de tiempo para desarrollar estas actividades. En EE.UU., se ha observado que solamente el 36% de los médicos de cabecera aconsejan sobre el estilo de vida, mientras en el Reino Unido este porcentaje se sitúa en el 27%, aunque evidentemente esos datos no pueden utilizarse para argumentar las deficiencias propias7,8.
¿INFLUYEN LAS CONDICIONES DEL ÁREA DE EDUCACIÓN EN LA SALUD DE LA CIUDADANÍA?
Las tendencias sociales llevan a hábitos poco saludables como el sedentarismo, el abuso de las nuevas tecnologías, la comida rápida y precocinada, el éxito social basado en el aspecto físico y el dinero, o la baja tolerancia a la frustración que genera trastornos de adaptación. Parece claro que “educación no es información” o, como mínimo, no debe ser solo eso a la vista de los resultados. La primera etapa es un proceso de investigación que permite recoger, seleccionar, sistematizar y analizar información sobre la población a la cual se quiere llegar y el contexto o ambientes que intervienen. “La educación para la salud comprende las oportunidades de aprendizaje creadas conscientemente que suponen una forma de comunicación destinada a mejorar la alfabetización sanitaria.
“toda aquella acción profesionalizada e intencionalmente planificada para desarrollar un aprendizaje educativo (en contextos no formales principalmente), que procura la actuación sobre las necesidades sanitarias de las personas, grupos o comunidades y/o la optimización, promoción y potenciación de la salud física, ambiental o social” (Del Pozo 2013, 77). Para conseguirlo, la actuación del Educador/a Social en el ámbito de la salud pública ha de facilitar la realización de procesos de información, motivación y ayuda a la población para adoptar y mantener estilos de vida saludable, revalorizar las potencialidades individuales y participar en la vida del grupo para la mejora permanente de la calidad de vida (Senra, 2012). La salud es, por tanto, un hecho social que debe ser promovido mediante procesos educativos dirigidos, por un lado, a la mejora de la calidad de vida y el desarrollo del individuo y, por otra parte, al progreso y la mejora de las condiciones sociales. El uso de los medios de comunicación de masas y las nuevas tecnologías para difundir información sobre salud entre la población aumenta la concienciación sobre aspectos específicos de la salud individual y colectiva, y sobre la importancia de la salud en el desarrollo. La enfermería escolar, junto a la pedagogía terapéutica y la formación en salud para docentes y estudiantes, conforman el sistema que puede transformar la vida de los menores y garantizar que su salud no sea un impedimento para su desarrollo.
El nivel educativo se asocia a comportamientos saludables y mejora los resultados de salud a lo largo de la vida. Por ello, se hace necesaria una efectiva coordinación entre las políticas de salud y las políticas de educación , promoviendo la equidad. Por otra parte, es una de las maneras más poderosas de mejorar la salud de las personas y garantizar que los beneficios se transmitan a las generaciones futuras. La Declaración de Incheon corrobora que la educación es el medio más eficaz de lograr la igualdad entre hombres y mujeres, propiciar la plena participación social y política de las niñas y las mujeres y empoderarlas económicamente. La evidencia científica sugiere que los niños y niñas y las personas jóvenes sanas tienen más probabilidades de aprender de forma efectiva cuando tienen mejor salud.